Queriendo resumir una opinión sobre la Nikon D7200, podemos decir que es un vínculo real entre las cámaras full frame y las de pequeño formato. Pero averigüémoslo en detalle. En primer lugar, se presenta con un diseño muy agradable, gracias a la estructura de aleación de magnesio y las inserciones de cuero. El material de construcción garantiza ligereza y resistencia a los agentes atmosféricos y al mismo tiempo es posible sujetarlo perfectamente gracias al mango ergonómico, que permite acceder fácilmente a las teclas de función. Desde este punto de vista, la Nikon D7200 es más adecuada para quienes tienen dedos pequeños, mientras que aquellos con manos grandes pueden tener algunas dificultades para manejarla. A los lados del cuerpo de la cámara es posible encontrar, ocultas por máscaras especiales, las tomas USB y mini HDI que permiten conectar dispositivos accesorios o realizar un emparejamiento con el teleobjetivo. El sensor de 24,2 megapíxeles permite realizar fotografías caracterizadas por una notable nitidez de imagen, a pesar de establecer un ISO bastante alto. El sistema Autofocus, con 51 puntos transversales, funciona muy bien incluso cuando disparas en movimiento. La función de disparo continuo es excelente, lo que la hace ideal para tomar fotografías durante eventos deportivos o de naturaleza con vida salvaje en movimiento. La pantalla LCD de 7,5 cm no es ajustable y no es táctil pero deja más espacio para las teclas de función. La duración de la batería es excelente y con una sola carga asegura aproximadamente 1100 disparos.